Pretendemos sólo dar unas pinceladas de lo que consideramos constituye el núcleo más importante de la Masonería, el que quiera tener más información puede obtenerla en bibliotecas, internet, prensa y otros medios, el que quiera conocerla tendrá que formar parte de ella porque lo autentico de nuestra orden es lo que el corazón de cada masón siente y la razón comprende en cada tenida e intenta aplicar después en su vida diaria.
La Masonería es una alianza universal de hombres libres y de buenas costumbres que trabajan en común para su propio perfeccionamiento moral e intelectual, practicando la virtud y eliminando vicios personales, con el fin último de conseguir una humanidad más justa, en la que cada ser humano pueda encontrar los medios para su propio desarrollo y crecimiento armónico.
Constituimos una hermandad iniciática que proviene de la Tradición, donde se practican la tolerancia y la fraternidad, se admite a todo hombre libre y de buena reputación, sin importar su raza, religión, ideario político o posición social, siempre que su propósito sea buscar la verdad y la perfección. La R. L. Santiago Ramón y Cajal nº 35 al oriente de Zaragoza, forma parte de esta hermandad universal.
El ritual de Iniciación confiere al aspirante el título de Masón, lo que da a la orden el caracter de iniciática. Estos ritos pretenden la muerte del hombre antiguo y el nacimiento del nuevo libre de ataduras.
Es también una escuela que se nutre de la Tradición, entendida ésta como el compendio de ideas, leyes y doctrinas básicas que, proviniendo de la noche de los tiempos, están en la base de discursos y corrientes filosóficas, mitos y religiones. La Masonería actual deriva de los gremios de constructores medievales, por lo que el aprendizaje se produce en ceremonias que siguen rituales, formas, usos y costumbres de los constructores de catedrales, utilizando las mismas herramientas como guías alegóricas.
Está basada en la creencia en un Ser Superior, al que denominamos Gran Arquitecto del Universo, como principio y fin de toda creación.
No busquéis aquí honras, honores o riquezas, cada hermano conservará los que haya conseguido o consiga con su trabajo y estudio, a nadie se le privará de ellos, pero tampoco los aumentará por pertenecer a la orden. Creemos que el auténtico poder nada tiene que ver con la política o la economía, si bien es cierto que, puestas en buenas manos, ambas redundarán en beneficio de la sociedad, para nosotros el único poder es el que se consigue con trabajo personal, desbastando y limando la propia personalidad, quitando todo lo que sobra, aunque duela, en aras de conseguir el perfeccionamiento personal.
La masonería es una escuela donde se aprende pero es sobre todo un taller donde se trabaja y practica lo aprendido, no es una asociación benéfica, pero su práctica es un deber, no es una religión, cada masón practica la de su preferencia, siempre dentro del respeto a los demás. No hay dogmas, no hay líderes, los cargos se eligen por votación y por tiempo determinado, las decisiones se adoptan tras deliberación de los miembros de la Logia, de modo que nada tiene que ver con una secta, los hermanos pueden, por otra parte, abandonar la Masonería en el momento que lo deseen.
No es una sociedad secreta, en España está inscrita en el Registro de Asociaciones.
En épocas como esta en la que la gran cantidad de información, ideas, doctrinas, tendencias, modas, etc. abren un sin fin de caminos y formas de experimentar la vida, los eternos principios de la Masonería son para nosotros un faro de luz que ayuda a distinguir lo auténtico de lo falso. Estos exquisitos versos de D. Antonio Machado resumen de forma magistral el ideal último de la Masonería de terminar el sueño y despertar
“Esta maldita fiebre
que todo me lo enreda,
Dormido estás: despierta.
¡Masón, masón!
Las torres
bailando están en rueda.
Los gorriones pían
bajo la lluvia fresca.
¡Oh, claro, claro, claro!
Dormir es cosa vieja,
y el toro de la noche
bufando está a la puerta.
¿Duermes?
Masón, masón, despierta.