Dado que es octubre me parece justo refrescar la información del punto más Santo de nuestra ciudad. La opinión popular (y todos sabemos el vacío que eso ya supone en los tiempos que corren), se refiere a la Virgen del Pilar como una Virgen más, quizá la Virgen de Zaragoza o los que puedan haber escuchado un poco más la patrona de España.
No hace falta llegar mucho más lejos para informarse de que patrona no es sólo de España, sino de toda la hispanidad; si se observa la moderna fuente al oeste de la plaza se puede observar (se aprecia mejor desde lo alto de la torre visitable) un mapa de Hispanoamérica. No será por coincidencia, que el día del Pilar es el 12 de octubre y según los libros, Cristobal Colón descubre América exactamente el mismo día.
De la misma forma, basta con entrar por la puerta del este (la de los turistas) para ver las banderas de los países latinoamericanos que visten ese extremo de la iglesia; la más cercana a la capilla de la Virgen, que curiosamente se asienta en el corazón de la basílica, “orientando” a los visitantes que la rezan al Oeste (la escultura estaría en el Noroeste de esta perspectiva precisamente); mientras que, las propias Santas Misas se celebran en el retablo mayor de la asunción de la Virgen 15/08, estando éste ya propiamente orientado de forma que todos los practicantes se dirijan al Este.
Y es que quien mire a través del ojo midiendo con la regla, observará que de hecho más que un Pilar sobre lo que se asienta la Virgen… es una columna. Decir que el término es el mismo en su etimología del latín pila o columna, pero, tradicionalmente una columna es de forma circular , asociada a la arquitectura arquitrabada, mientras que el pilar es más antiguo y no se especifica. Recordemos la letra de Samej ס La 15ª letra del alefato tiene también forma circular (o de espiral) y significa punto de apoyo. Y su propia suma es 6, la llave. También el círculo es principio y fin o ecuanimidad en todas los puntos; algunos intérpretes «https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/700486/jewish/Samej.htm» afirman que “samej simboliza la fe fundamental reflejada en todos los niveles de la Torá y la realidad: Su final está insertado en el comienzo, y el comienzo en su final”. “Este es el atributo de ecuanimidad como fue enseñado por el Baal Shem Tov, en su interpretación del versículo (Salmos 16:8): «Siempre puse [shiviti, de la raíz shavé, ‘igual’] a Di-s delante de mi”*. Además de todo esto, columna se escribe דומע Cuya gematría resulta 39 y después 3 que corresponde precisamente con la Virgen o Suma Sacerdotisa en su arcano.
De suerte que quien se sitúe en pie, en el exterior de la basílica; es decir directamente en la plaza y tras terminar la calle Alfonso I, se dará cuenta de que a sus pies está escrito, grabado sobre la piedra de la plaza y con letras de metal el siguiente mensaje:
“Colúmnam ducem habémus, quæ nunquam défuit per diem nec per noctem coram pópulo.” “Tenemos por guía una columna que nunca faltó ni de día ni de noche como corazón del pueblo”
Esta frase sale de la mezcla de dos pasajes (Éxodo 13-21 y 22):
Dominus autem præcedebat eos ad ostendendam viam per diem in columna nubis et per noctem in columna ignis ut dux esset itineris utroque tempore (Liber Exodus 13, 21)
numquam defuit columna nubis per diem nec columna ignis per noctem coram populo (Liber Exodus 13, 22)
TRADUCIDO:
21 El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche. 22 No quitó de delante del pueblo la columna de nube durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.
Y mientras uno lee… ahí mirándote, o más bien, frente a ti, en esa disposición, estará la Virgen en el muro (retablo) exterior en medio de la basílica; sobre la columna… y en su base, una estrella. Una estrella como una guía, como referencia, que permanece de día y de noche; como, y sin entrar en más detalle, la ciencia de la astronomía nos indica que fuere la Estrella del Norte, que permanece en una posición fija e inmutable y que a prueba del tiempo y de los cambios del hombre se mantiene inquebrantable, nunca cambia; calidad que comparte la cualidad de nuestra fé, condición necesaria para ingresar a esta fraternidad; porque es por esta fé que creemos que podremos desvelar los secretos que nos acercarán a la verdad, es por esta fe que a pesar del inevitable y por tanto necesario riesgo del que muchas veces el recipiendario es advertido en su iniciación; este, deposita su confianza en Dios y entonces, ahora si literalmente, camina por la plancha (basculante) y hace un salto de fe. Y por ese motivo esa promesa de la verdad ha de ser cumplida, con el apoyo de maestro a aprendiz en la medida que nuestra fuerza nos permita.
Este es el pilar de nuestra ciudad y me atrevo a decir de nuestra cultura, una columna que por definición soporta fundamentalmente la carga superior y la trasmite al suelo.
Dicho esto, me gustaría traducir (de hecho esto sale de la página «https://www.verbumgloriae.es/project/misa-nuestra-senora-del-pilar/» web Verbum Gloriae de canto gregoriano) una breve parte de la misa original en latín del 12 de octubre llamada “Conmemoratio de columna”:
Tenemos por guía la columna que nunca faltó delante del pueblo, ni de día ni de noche. Ps.
Invocaban al Señor y Él los oía; desde la columna de nube les hablaba. ℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Me pondrá en alto sobre una piedra y luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos. ℣. Asentó mis pies sobre piedra, y enderezó mis pasos.
Aleluya, aleluya. ℣. Mira que yo estaré allí ante ti sobre la piedra, aleluya.
La Sabiduría ha edificado su casa, ha tallado sus siete columnas. ℣. Está enclavada entre santos montes. ℣. Prefiere el Señor las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob.
Aleluya, aleluya. ℣. Esta piedra que he alzado como memoria será para mí casa de Dios, aleluya.
Pues bien, las muchas alusiones entre otras a las columnas, siete como las luces necesarias para hacer a una logia justa y perfecta; a la sabiduría como principio que edifica y rectifica los pasos y la piedra trabajada que alza el templo, hace que recordemos como se encadena no sólo el exoterismo, pero la propia ciudad e historia de nuestros antepasados con la masonería. Las columnas presentes en numerosos escudos, tanto nacionales como regionales deberían de animarnos a vivificar la cadena de unión que transmiten nuestros hermanos iniciados y motivarnos a trabajar con rigor por la misma vía que caminaron y con misericordia porque parece que muchas de las cosas que se hicieron se han olvidado.
J.I.B.